Sagrado Facebook del Olimpo (Mito)

Mito

Sagrado Facebook del Olimpo

Un día no muy especial en el Olimpo se encontraba Hermes, el dios de la mensajería, escuchando una conversación entre Afrodita y Hades, donde ella le decía y exclamaba a Hades palabras de amor, al escuchar esto Hermes se dio cuenta de la traición de Afrodita a Zeus.

Tras esto Hermes que tenía gran fama de “comunicador” entre todos los dioses lográndolo mediante sus publicaciones vía Facebook, era amante de esta red y tenía amigos de todo el Olimpo y el mundo, Hermes decide hacer una publicación en el muro de Zeus así enterándolo de la traición de Afrodita y Hades. Zeus al ver esto enfurece y decide castigar a Hades mandándolo a las tinieblas y cancelándolo en su Facebook.

El castigo para Afrodita fue el de  bloquearla en su Facebook, así rompiéndole su corazón.

Tanta fue la desilusión de Afrodita que no quiso dejar las cosas así, así que le mando un inbox a Zeus citándolo para explicarle el rumor que Hermes comenzó.

La reunión se llevó a cabo y al explicar los verdaderos motivos entre Hades y ella, Zeus cansando de tanto chisme, lanzo un castigo hacia Hermes. Quito de su cargo de Dios mensajero y lo instalo en una habitación tan solitaria y con más oscuridad que en el inframundo donde solo se encontraba una computadora.

Hermes tenía que estar toda una eternidad en Facebook sin comunicarse y si desobedecía, los demonios del inframundo surgirían y lo maldecirían y golpearían, provocando traumas a Hermes.

Desde entonces Hermes vive arrepentido de su error.

Autores: Yessica Cervantes Vera y Jessica Aylin Carmona Ramos.

El fruto prohibido

El fruto prohibido

La diosa Afrodita tenía  un árbol con sus frutos preferidos, los cuales eran prohibidos para ser comidos por los mortales, y si alguien llegaba a romper esa regla sería castigado por la diosa Afrodita.

Una mortal llamada Sara, iba pasando por el bosque donde se encontró un  árbol de frutos aparentemente apetecibles y como ella no había consumido alimento en todo el día, se le hizo fácil tomar un fruto del árbol prohibido.

Al día siguiente Afrodita fue a tomar algunos frutos de su árbol y al ver que alguien había tomado había tomado algunos, se molestó mucho, así que se dispuso a halla al culpable.

Se encontró a las ninfas y les contó lo sucedido, ellas le comentaron que había sido una mortal de nombre Sara.

Al enterarse de esto, Afrodita decidió ir a buscar a Sara y le dijo: ¿ quién te crees al romper las reglas? y ella contestó: es que tenía muchas hambre.

Al oír esto, Afrodita se enojó tanto que el castigo que  le impuso era que a partir de ese momento al probar algún bocado lo vomitaría, por lo que Sara empezó a perder peso a tal grado que se murió.

Autores:

María Fernanda Sorcia González

Diana Itzel Carrasco Juárez

Cuento colorido

Un mundo colorido

Una noche estrellada, la abuela Elena se encontraba en su mecedora muy pensativa, en ese momento llegó su nieta Camila con dos tazas de té y galletas de mantequilla, las puso sobre la mesa, tomó un banquito y se sentó junto  a ella y le preguntó:

-¿Qué piensas abuelita?

-¿Ves aquel árbol tan frondoso?

-Sí, es grande, ¿qué tiene?

-Justo ahí encontré un baúl.

- ¿Un baúl?

-Sí, cuando tenía más o menos tu edad, me gustaba mucho jugar en ese árbol y una tarde jugando con mi perrito Robbie, noté que rascaba en la tierra, de pronto comenzó a ladrar, así que me acerqué y encontré un pequeño baúl, lo saqué y le soplé con miedo de manera que se cayera la tierra en ese instante se convirtió en polvo mágico abriéndose así el baúl, yo quedé atónita pensando que esto era producto de mi imaginación, entonces miré a mi alrededor y me di cuenta de que Robbie se había convertido en un bello unicornio, miré a mi alrededor y todo había cambiado en ese lugar, nada tenía sentido, se hallaba una cascada que en lugar de descender, ascendía, los peces volaban y los pajaritos nadaban, los árboles no daban frutos, sino daban verduras, las nubes eran algodones de azúcar, pero a las afueras de ese paisaje tan bonito todo se volvió oscuro, las nubes grises, los árboles negros y todo estaba en total oscuridad de repente me topé con un castillo que era habitado por una hechicera muy horrorosa era tan fea que había decidido volver su mundo sombrío para que no fuera vista debido a su fealdad, para llevar a cabo su plan creó unas bombas que oscurecían todo lo colorido y bonito.

Entonces busqué la manera de salir de ese mundo, en ese momento un pez volador dejó caer una caja de crayolas marca mapita con piezas y se me ocurrió la idea de empezar a colorear con ellos, lo que la bruja había tornado oscuro. Una nube de algodón me envolvió y me trasladó hasta mi casa, sin que yo me diera cuenta.

-          ¡Ay abuelita! ¡Qué cosas dices!

-          ¡No mi cielito! Es verdad todo lo que te narré, mira para que me creas, te obsequiaré mi caja de crayolas.

-          ¡Orale! Gracias abuelita, te quiero mucho.

Autores:

Carmona Ramos Jessica Aylin

Cervantes Vera Yessica

Sorcia González Fernanda

Encuestas sobre el 8º Festival Cultural del día del Libro

Obra de teatro El Tulipan

Obra de teatro ¿Quién mató a Francisca?

8º Festival Cultural del Día del Libro

¡Qué bárbaro estás!

(poema)

Cada mañana te veo pasar

con esos pantalones rojos,

que usas al caminar.

Cuando todas las chicas te ven pasar,

miran esas pompitas que van

de aquí para allá.

Cuando enciendes la troca

y das la vuelta en el bulevar

se me cae  la baba de verte nada más.

Autores:

Jessica Aylin Carmona Ramos

Fernanda Sorcia González

 Yessica Cervantes Vera

EL CALLEJÓN

(Leyenda de Tecamachalco Pue. )

Hay una leyenda que es poco conocida y que es de la comunidad de Tecamachalco, contada por personas de avanzada edad. Decían que en el callejón, que se encuentra en la Avenida Guerrero, el cual sirve para atravesar hacia el Ex Convento Franciscano, se aparecían unos duendes por las noches y espantaban a las personas que pasaban por ahí.

En la actualidad los jóvenes no toman en serio las leyendas que cuentan los abuelos, pero hace aproximadamente unos 7 años, un joven empezó a rumorar que él podía hablar con los duendes del callejón.

Él era un joven muy conocido por la comunidad, ya que sufría de sobrepeso por lo que sus padres lo mandaban a caminar por las noches. En una de esas noches en las que atravesaba el callejón sintió que algo le jalaba su pantalón. Al mirar hacia abajo se horrorizó al ver un duende, y luego se echó a correr tirando por el camino unos dulces que en ese momento iba comiendo, y de reojo se dio cuenta que los duendes se iban comiendo los dulces.

Fue más grande su curiosidad que su miedo, que al día siguiente regresó al callejón con una bolsa de dulces, se sentó en medio del callejón y, poco a poco, los duendes aparecieron. Él contaba que platicaba con los duendes, pero desgraciadamente murió poco tiempo después debido a un infarto. 

Transcrita por:

 Fernanda Sorcia González

LA ENVIDIA DEL PATO

(Fábula)

Había una vez un pato feo que se sentía menospreciado porque sus plumas eran opacas y no tan hermosas como las del pavo real, por lo cual decidió tenderle una trampa al pavo real y arruinar su hermoso plumaje, así que le dijo que el resto de los animales solamente lo apreciaban por la hermosura de su plumaje, y para que lo corroborara se deshiciera de su abrigo de colores, quedando completamente pelón, después de esto todos se alejaron de él. Los que tienen envidia harán lo imposible para arruinarte.

Autor:

Fernanda Sorcia González

El BÚHO HURAÑO

En un árbol muy grande, se encontraba un pequeño búho, él era muy destacado en la escuela del bosque, siempre sacaba 10 en exámenes, entregaba las tareas y leía mucho. Pero a pesar de ser muy inteligente, era muy presumido y se sentía superior a los demás, por lo que a todos los animalitos del bosque les molestaba su forma de ser.

Con el paso del tiempo se convirtió en el búho más sabio del bosque, el pájaro carpintero que era el vecino del búho siempre lo invitaba a sus pachangas; las pajaritas guapas, a cenar; los demás animalitos, a cazar ratones, pero el búho nunca aceptaba sus peticiones, ya que tenía que estudiar y hacer tareas.

Un día todos los animalitos estaban jugando, comiendo, bailando, al observarlos se dio cuenta que no se divertía como todos los animalitos y que no era tan divertido estudiar como él creía. Por muy sabio que seas, siempre habrá tiempo para todo y puedas compartir tu sabiduría.

Autores:

Jessica Aylin Carmona Ramos

 Chiristian Escalante